El comienzo de la montanera depende de la climatología, y especialmente del inicio de las lluvias para que florezca la bellota de los árboles de Alcornoques, Encinas y Quejigo. Durante este periodo los Cerdos Ibéricos en libertad se alimentan exclusivamente de bellotas, raíces y hierbas. Esta dieta unida al ejercicio y a la genética del Cerdo Ibérico proporciona una textura, un aroma y un sabor inigualable a todos sus productos.
Muchos factores influyen en el resultado final de un buen ibérico puro. Cada uno de nuestros cerdos ha sido mimado desde su nacimiento. Tras la época de recría, alimentamos a nuestros ejemplares hasta que alcanzan el peso adecuado.
El ejercicio al aire libre de la sierra hace el resto aportando a sus carnes un equilibrio perfecto.
La dieta de montanera (hierba y bellota) proporciona a los productos de Cerdo Ibérico un sabor y un aroma únicos que les diferencia de cualquier otro producto curado.